Quiérete mucho, maricón. Parte 3

Quiérete mucho, maricón. Parte 3

NOTA: Parte tres. El texto comienza similar que las primeras dos partes para contexto. [Parte 1] [Parte 2]

Descubrí el libro “Quiérete mucho, maricón” por accidente. Buscaba educarme sobre la homosexualidad. Mientras hacía la búsqueda me tropecé con esta joya y automáticamente se convirtió en una herramienta esencial en mi vida. “Quiérete mucho, maricón” es un manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales escrito por el psicólogo español Gabriel J. Martín, pionero de la psicología afirmativa gay en el mundo hispano. En este libro, el autor explica cómo la homosexualidad es una más de todas las posibles manifestaciones de la diversidad sexoafectiva del ser humano y cómo, si superamos las secuelas que nos ha dejado la homofobia, puede vivirse de forma plena, asertiva y feliz.

El libro está muy bien logrado y recomiendo a todo maricón que lo lea y lo utilice como herramienta de vida. Salir del clóset toma tiempo porque es un proceso que requiere madurez, valentía y buena salud mental. Con este escrito, intento visibilizar herramientas que existen para que todos los homosexuales podamos llevar una vida como la que merecemos, sin vergüenza de ser quienes somos.

Para hacerlo breve, estaré compartiendo mis citas favoritas en varias partes, ya que el libro es largo y está lleno de temas importantes. En esta tercera parte, comparto citas que se encuentran del décimo al decimoquinto capítulo.

“Hace solo cuarenta años que hemos dejado de ser considerados «trastornados» y apenas hace una década que se reconoció que nuestras biografías requieren un tratamiento especial debido a las indudables huellas que el maltrato homofóbico deja en las personas que lo sufren”.

“La homofobia interiorizada es uno de los conceptos más estudiados por la psicología de la homosexualidad y se puede definir como una «actitud negativa hacia la homosexualidad presente en algunos homosexuales». Esta homofobia puede ser de dos tipos: manifiesta y sutil. La manifiesta consiste en el rechazo de la propia homosexualidad. Es la que padecen aquellos hombres educados en contextos especialmente conservadores y homofóbicos, contextos capaces de hacer que el gay se considere un enfermo a sí mismo y quiera «curarse» o no asumirse y pasarse la vida encerrado en el armario. Sin embargo, y este es el caso que con más frecuencia trabajo en consulta, podemos encontrar otro tipo de homofobia, mucho más sutil, que consiste en una visión distorsionada (en negativo) de los valores, comportamientos y costumbres homosexuales”. 

“La víctima de acoso homofóbico crece humillado, con el concepto de sí mismo deteriorado por culpa de haber interiorizado cosas como que era un «maricón de mierda vicioso». Con un autoconcepto así, ¿cómo va a quererse a sí mismo, ¿cómo va a tener autoestima? Sus emociones están deterioradas en múltiples niveles, quedando impedido para vincularse constructivamente con los demás, vulnerabilizado a las dependencias emocionales”.

“Perdonar es entregar algo al olvido”.

“Una vez que te atreves, cuantas más veces te expones a algo que te asusta menos miedo te provoca”.

“Inteligencia emocional es un conjunto de habilidades dentro de las cuales destaca la de «el reconocimiento de los propios sentimientos y emociones»”.

“Tu estado emocional altera tu percepción de las cosas”.

“¿Qué sucede si estás ansioso? Que ves peligros donde no existen. La ansiedad tiene el efecto de distorsionar el pensamiento haciendo que juzguemos las cosas como mucho más amenazantes (y, por tanto, preocupantes) de lo que realmente son”.

“Por tanto, si nosotros tenemos más sexo es simplemente porque tenemos más facilidad para encontrar con quién, no porque tengamos más deseo sexual que ellos (que los hombres heterosexuales)”.

“Hay hombres homosexuales para los que el sexo es una fuente de conflictos relacionados con su propia homofobia interiorizada, y para algunos es una fuente de placer y diversión más allá del vínculo afectivo”.

“El sexo gay estaba (aún lo está) lleno de situaciones despectivamente connotadas por nuestro entorno. Situaciones como, por ejemplo, «poner el culo», «ir a mamarla» o «gemir como una putita» eran descritas, desde la homofobia, como actos denigrantes para el hombre que las protagonizaba”.

“Seremos mucho más felices cuando el sabor del semen en la boca nos haga volver a casa con una sonrisa en los labios y consideremos que estar a cuatro patas es una deliciosa forma de pasar una tarde de domingo”.

“Podemos acostarnos con alguien sin ni siquiera habernos presentado. Podemos estar enamoradísimos de nuestra pareja y tener sexo con otros. Porque el sexo, el sexo lúdico, es mucho más secundario e irrelevante que los sentimientos”.

“A mí me gusta distinguir entre sexo lúdico y sexo vinculado. El sexo lúdico es el sexo que mantienes con un hombre del que no estás enamorado. Eso no significa que carezca de sentimientos, puede incluir afecto, ternura, simpatía, buen rollo, alegría, morbo, diversión, cariño…, pero no amor. Si hay amor y sois pareja, vuestro sexo incorpora otro elemento más: la elaboración de un vínculo entre vosotros. Y, en este caso, es un sexo que incluye mucho más que prácticas sexuales. Incluye una intencionalidad relacionada con la construcción de algo. Por eso incluye compartir intimidades, mostraros el amor que sentís el uno por el otro, fomentar la comunicación y el mutuo conocimiento, etcétera. El sexo lúdico, por el contrario, no pretende conducir a nada. Se queda en lo que es: un maravilloso divertimento para dos (o tres, o más) adultos que consienten”.

“Lo importante, en este caso, es que analices qué tipo de sentimientos te despierta ese hombre concreto y que, siendo honesto con esos sentimientos, le ofrezcas un tipo de relación consecuente con lo que sientes”.

“El culo da placer y no hace falta complicarse tanto la vida con ideologías”.

“Si algo no tiene cabida en el sexo es la vergüenza. Ni la vergüenza de lo que haces, ni la vergüenza de lo que dices, ni la vergüenza de quién eres, ni la vergüenza de cómo eres. Todo lo que ocurra entre dos adultos (o tres adultos, ¡o más adultos!) que consienten es apropiado”.

“Si quieres que tus relaciones sentimentales funcionen, arráncate cualquier rastro de vergüenza que pudiese quedarte de la educación represora que recibiste y déjate fluir como el «delicioso pervertido» que eres”.

“La clave para las relaciones sexuales satisfactorias reside en la comunicación honesta”.

“Salud es «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»”.

“El uso de sustancias permite la expresión de deseos y necesidades suprimidos y reprimidos, así como facilita la negación [de los problemas] y la disociación. Gais y lesbianas pueden encontrarse con que el confort [emocional] que les proporciona el uso de drogas los conduce al incremento del consumo y a la posible dependencia”.

“El sexo sin preservativo asociado al consumo de drogas guarda mucha relación con la baja autoestima, los problemas de ansiedad y el abuso sexual en la infancia”.

“Porque cuando un hombre gay se droga en una discoteca, pierde ese miedo a ser humillado que lleva tan marcado en el alma”.

¿Por qué los gay se infectan del VIH en mayor proporción?  

“Debido a varios factores:

  1. La mucosa anal es mucho más absorbente que la vaginal. Y mucho más vulnerable a fisuras y abrasiones, lo que facilita que cualquier sustancia que entre en contacto con ella llegue rápidamente al torrente sanguíneo. Por eso, para llevar un fármaco a la sangre rápidamente se emplean supositorios cuyo principio activo se absorbe tan rápidamente como se absorbe el semen que llega a la mucosa anal. Por eso mismo, quienes practicamos sexo anal tenemos más probabilidad de infectarnos de VIH que quienes practican sexo vaginal. La probabilidad de infectarse en un coito anal, tanto homo como heterosexual, es 18 veces más alta (1,4 por ciento por cada coito) que la probabilidad de infectarse mediante un coito vaginal. Si los heterosexuales tuvieran solo sexo anal en lugar de vaginal, tendrían 18 veces más VIH del que tienen ahora. 
  2. Ser la parte receptiva en el coito multiplica las probabilidades de infectarte de VIH mientras que ser la parte insertiva las reduce. Ser pasivo supone el doble de riesgo de infectarte que ser activo (Jin et ál., 2010). En heterosexuales, la parte receptiva es siempre la mujer y la insertiva, el hombre. Las mujeres tienen mucho más riesgo de infectarse, y mientras una mujer puede infectarse de un solo hombre, esa misma mujer no transmitiría el VIH a muchos de los hombres que la penetrasen. Si nosotros fuéramos exclusivamente activos o pasivos, sucedería algo similar en la comunidad gay. Sin embargo, dada nuestra elevada versatilidad en el sexo anal (hasta un 83 por ciento de los gais son versátiles en algún grado, ¿lo recuerdas?), el patrón de transmisión difiere notablemente, aumentando las probabilidades de transmisión: un activo infecta más fácilmente a un versátil, quien, en otro encuentro sexual penetra (e infecta) a otro que hace de pasivo en esa siguiente ocasión. 
  3. Los factores vulnerabilizadores son muy importantes, ya que el consumo de drogas, pero también los estados emocionales alterados, el sexo compulsivo o la homofobia interiorizada (como veremos a continuación) provocan mayor frecuencia de sexo sin preservativo”. 

“En resumen: la anatomía, la versatilidad y factores vulnerabilizadores, como los estados de ánimo alterados o la compulsión, han provocado que por acumulación y tras años sin medidas cien por cien eficaces hayamos llegado a una cantidad tan alta de hombres gais con VIH que una sola rotura de preservativo, un solo descuido en el no uso del condón, pueden suponer una infección”.

 “Cuantas más veces compras un boleto, más probabilidades tienes de que te toque la rifa.”

 “El VIH no se contagia, el VIH se transmite. Esto significa que, por estar al lado de un hombre VIH+, no vas a infectarte. Para ello es necesario llevar a cabo una serie de acciones muy (¡muy!) concretas, sin las cuales es imposible que se produzca el paso del virus de un organismo al otro. Para que se transmita es imprescindible que se combinen tres elementos: virus en cantidad suficiente, un fluido que lo transporte y una puerta de entrada al torrente sanguíneo del receptor. Si falta uno de estos elementos es imposible que se produzca la infección”.

“Los fluidos que transportan el VIH en concentración suficiente como para iniciar una infección en otra persona son: la sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche materna. Ningún otro fluido corporal lo transmite. El líquido preseminal no transmite el VIH, ni la saliva, ni la orina, ni el sudor. La entrada a tu torrente sanguíneo se produce a través de una herida abierta y sangrante (nada de rasguñitos ni heridas cicatrizadas) o a través de una mucosa. Mucosas por las que el VIH pueda acceder a tu sangre son las de tu glande y las de tu ano. Lo importante para una transmisión no es que el VIH entre en tu cuerpo, recuérdalo, sino a tu torrente sanguíneo”. 

 “La PPE (Profilaxis Postexposición; debes distinguirla de la PrEP o Profilaxis Preexposición) es un método eficaz de prevenir infecciones si se ha tenido una práctica de riesgo o una rotura del preservativo. En ese caso y antes de que pasen seis horas de la práctica, acude a urgencias del hospital más cercano y pide la PPE. Esta profilaxis consiste en tomar antirretrovirales durante 28 días. Puede iniciarse hasta pasadas 72 horas del accidente, pero es más eficaz si se inicia en las primeras seis horas. Cuanto antes, mucho mejor”. 

 “La única práctica de riesgo es la penetración anal sin preservativo, tanto si eres activo (puedes infectarte a través del glande con la sangre del pasivo) como si eres pasivo (aunque aquí el riesgo es mayor, especialmente si te eyaculan dentro)”.

 “El VIH se puede prevenir si empleas preservativo en todas y cada una de tus penetraciones anales, seas el activo o el pasivo. Si el preservativo se rompe, toma la PPE que están obligados a dispensarte en los servicios de urgencias de cualquier hospital, ¡exígela!”.

 “La etimología de la palabra «adaptación» es especialmente hermosa. Viene del latín ad aptum, que viene a significar ‘llegar a hacerse apto’. Por tanto, ‘adaptarse’ transmite en su esencia el sentido de «aprender aquello que es necesario aprender para poder hacerte apto para tal cosa o para vivir de tal manera»”.

 “Sin práctica no hay pericia”.

 “Lo menos que puedo hacer por ti es tratar de optimizar tus recursos para que puedas vivir lo más feliz posible”.

 “Una de las señales de enamoramiento es el interés, hacer todo lo posible para verte.”

 “El amor no se busca, el amor se encuentra”.

 “Solo estarás en condiciones de «pescar un príncipe azul» cuando tú mismo te hayas convertido en uno de ellos, porque mientras tú sientas que te falta algo y que necesitas a alguien en tu vida que llene ese vacío, lo más probable será que te enredes en un amor de tipo fatuo, donde en realidad te estés enamorando de una proyección mental tuya que cubra tus carencias.”

 “El príncipe azul es un hombre auténtico, que vive en el presente, con una mente flexible, es equilibrado, respetuoso, comprometido y tiene una actitud de agradecimiento ante la vida”.

 “Es imposible crear una relación que funcione con un hombre que tiene profundas heridas emocionales”.

 “Lo importante no es pescar, lo importante es conservar”.

 “Entendemos por «relación tóxica» aquella que provoca un malestar significativo en alguno de los miembros y cuyas dinámicas no se rigen por el cuidado mutuo y el respeto”.

 “No minimices la importancia de tu rol sexual preferente y que seas asertivo sobre él”.

 “En nuestra especie (no solo en nuestra cultura), las relaciones sentimentales se hacen públicas y se comparten como parte de nuestra vida cotidiana. Aunque tras siglos de homofobia nos parezca «lo normal», estar en el armario ni es normal, ni es humano, ni es justo, ni es sano, ni es bueno para nadie”.

“Para el 36 por ciento de los hombres gais la exclusividad sexual es importante. Y eso significa que la monogamia sexual no es importante, en absoluto, para el 64 restante”.

“Lo que se permeabiliza es la sexualidad, pero nunca la intimidad ni el proyecto compartido, que siguen siendo exclusivos de la pareja”.

“Nada es malo ni bueno: simplemente se coincide o no”. 

“El amor es un sentimiento complejo formado gracias a la participación de diferentes afectos y emociones: pasión, intimidad y compromiso”.

“Las relaciones sentimentales se desarrollan a partir de la atracción, se construyen sobre la comunicación y se cimentan sobre un proyecto compartido”.

Gracias, Gabriel J. Martin por este obsequio y por tu legado.

Share this post

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en email
Compartir en whatsapp

Otros
escritos