Para mi visitante breve, el amor y el sexo son cosas muy diferentes. Entiende que se puede tener sexo sin amor y amar sin tener sexo. No es la primera vez que sus ideas revuelcan mis pensamientos. Desde temprana edad, me ha planteado ideas diferentes, controvertibles, atípicas, que me han hecho pensar, reír, reflexionar, discutir y hasta pelear. Le pregunté para entender y él entendió por qué le pregunté.
¿Qué piensas de la monogamia?
“No es para mí. He conocido muy pocas relaciones monógamas exitosas. Gran parte de las parejas o matrimonios monógamos que conozco son infieles. Yo crecí en una familia donde el adulterio estaba bien presente… y es que precisamente muchas veces el gran problema es la represión sexual, especialmente por el lado del hombre. El deseo carnal es la naturaleza del hombre. El hombre es polígamo por naturaleza”.
¿A qué te refieres por naturaleza?
“A que el sistema reproductivo masculino puede preñar hasta mil mujeres al año y las mujeres solo pueden parir una vez al año. ¿Eso te dice algo, no? Los hombres están hechos para reproducir o multiplicar la raza humana. La mujer está diseñada para criar, para ser fecundada. Nuestra sociedad ha idolatrado el amor y el sexo como una identidad. Hemos determinado que debemos ser monógamos, casarnos y tener familia cuando la naturaleza dicta lo contrario”.
Entonces, ¿qué crees del matrimonio?
“El matrimonio es una conveniencia económica. Es un negocio. Es un invento del ser humano para amarrar. Y mi problema con esto es que el ser humano evoluciona cada día… la pareja que se casó contigo hoy no será la misma en 10 años. Es difícil comprometerse con alguien que en 10 años no será la misma. Ni uno mismo será igual. El matrimonio es una fantasía que hemos creado. Las parejas no tienen que casarse para ser felices. Entiendo que el momento que empecemos aceptar a las personas como son y no querer cambiar las relaciones va a ser mucho más saludable”.
Y, ¿qué piensas de las relaciones abiertas?
“Es lo que me funciona. Tuve una relación amorosa que me fue de maravilla porque se ajustó a la vida que quería llevar: una vida libre, sin dependencias. ¡Es que nadie le pertenece a nadie! De hecho, el tener una relación abierta me hizo apreciar más a mi pareja”.
¿Cómo funcionaba? ¿Tenían reglas?
“No, pero sí teníamos respeto”.
Y ahora, ¿tienes pareja?
“No, pero tampoco busco relación. Yo no dependo de otra persona para ser feliz. Si encuentro una persona que me complemente y me acepte tal y como soy, pues perfecto. Pero, no me gusta sentirme atado, con reglas. El amor no es eso”.
Entonces, ¿supones que el amor es un sentimiento y la monogamia es una regla o que el amor es un sentimiento y el sexo es una acción?
“Sí. Exacto. El amor y el sexo son cosas diferentes”.
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